TUS ÁRBOLES TE ESTÁN PIDIENDO UNA PODA

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¿POR QUÉ Y CUÁNDO PODAR?

La poda de árboles es una parte fundamental de su cuidado. Cuando podamos conseguimos que nuestras plantas y árboles tengan el suficiente aporte de luz y oxígeno de la atmósfera, lo que impedirá la proliferación de hongos en ellos. De esta forma su crecimiento y desarrollo se hará de forma más controlada gracias a que las ramas serán más gruesas y tendrán mayor estabilidad.

Un árbol enfermo se vuelve peligroso ya que puede producirse la caída de sus ramas. En los árboles de mayor edad la copa tiende a volverse muy densa, provocando un exceso de sombra y humedad que se traduce en la aparición de musgo.

 

Las mejores estaciones para realizar la poda son el verano, el otoño o el invierno.

·       En verano porque las heridas provocadas por la poda se curan mejor, se reduce el tamaño de las copas y se eliminan los retoños.

·       En otoño porque la estructura de la copa y las ramas individuales son más visibles al estar los árboles libres de hojas.

·       Final del invierno, desde enero a primeros de marzo, es la época más propicia para los frutales de hueso, pepita y baya, sobre todo en días secos y sin heladas.

 

UTILIZA LAS HERRAMIENTAS ADECUADAS

Para las ramas más finas puedes utilizar unas simples tijeras de jardinero. Para ramas más gruesas necesitarás unas tijeras de poda (las hay de varios tipos: de una mano (01), de dos manos (02), con yunque (03) …) o bien sierras manuales o mini sierras a batería que te evitarán hacer grandes esfuerzos.

Donde tú no llegues, a las ramas altas, la elección es sencilla: una buena podadora de altura con pértiga (04).  Si lo que quieres es recortar un seto, la tijera corta setos (05) será tu gran aliada.

Básicamente, con estas herramientas abarcarás la mayoría de los trabajos de poda, tan solo utiliza la más conveniente en cada caso.

 

CONSEJOS PARA UNA BUENA PODA

Como norma principal, asegúrate de proteger adecuadamente el perímetro de la zona de trabajo: evitarás que las ramas puedan caer accidentalmente sobre personas, animales o sobre cualquier objeto que no quieras que resulte dañado.

Mediante la poda conseguimos mantener los árboles sanos y obtener cosechas más abundantes en los frutales (06).

 

Es imprescindible evitar dejar nudos o muñones en las ramas.

Con el paso del tiempo, los muñones de las ramas se secan y, en caso de pudrirse, puede verse afectado el resto del árbol.

 

Elimina los retoños o brotes de agua.

En caso de lluvia pueden impedir que las ramas se sequen adecuadamente, ya que son muy densos. Debes cortarlos cerca de su base.

 

Corta las ramas gruesas y largas en varios pasos.

Las ramas de más de 4 o 5 centímetros de diámetro deben serrarse en varios pasos (07) ya que debido a su peso, suele arrancar un trozo de corteza del tronco al caer, dañándolo. Por ello: 1. Sierra las ramas. 2. Córtalas. 3. Sierra el muñón. 4. Cura la herida.

 

ELIMINA SIEMPRE LOS RESTOS PODA

Puedes transformar en leña los restos de la poda simplemente cortándolos. Con una biotrituradora puedes deshacerte de ellos de una manera cómoda y sencilla, consiguiendo de esta manera compost. Utiliza el método que prefieras, pero siempre elimina todos los restos al terminar el trabajo.

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